101 kms de la Legión - 2011

Edición 2011 de la prueba open de maratón de MTB más importante de Andalucía.La edición de este año, después del parón del 2010 por la misión de la Legión en Afganistán, era esperada por mucha gente. Prueba de ello fue que al abrir la inscripción allá por el mes de diciembre, a las 4 horas se cubrieron todas las 3500 plazas de MTB.Este año hemos hecho el viaje directo desde el pueblo hasta Ronda, ya que disponíamos mi primo y yo del dorsal, el cual nos enviaron por mensajería. Para la próxima edición, intentaremos reservar en algún sitio para el fin de semana completo y así vivir mejor el ambiente.Bueno, pues llegamos temprano a Ronda, sobre las 08:00, y encontramos un aparcamiento cercano a la meta, en una de las calles del centro. El día había amanecido muy gris y con amenaza de lluvia (de hecho nos llovió por el camino, al pasar por Zahara de la Sierra).Preparamos todos los bártulos (bicicletas, equipación, cámaras de repuesto, geles, barritas, chubasquero,...), y salimos con dirección al estadio de fútbol desde el que se daría la salida.Llegamos pronto, sobre las 09:00. Apenas habrían unos 100 ciclistas, y sellamos el pasaporte, y a esperar. Durante la espera, nos llovió ligeramente, por lo que nos pusimos los chubasqueros. A las 10:15, hora de cerrar la entrada, ya estábamos llenando el estadio los 3500 ciclistas y los 3500 marchadores, en una estampa impresionante.A las 10:25, el comandante de la Legión dedicó unas palabras de ánimo a los participantes, y tras los preceptivos vivas (a la Legión y a España), se procedió a dar la salida neutralizada por las calles del pueblo.A pesar de ser temprano y hacer frío, las calles estaban llenas de gente dando ánimos, y el paseo por la calle peatonal fue muy estimulante.Pasamos frente a la plaza de toros y cruzamos el puente sobre el tajo, para dirigirnos a las afueras de Ronda. Allí nos detuvimos hasta las 11:00, hora de la salida oficial.Tras el cañonazo (que no oímos), se inició la prueba. Salimos muy tranquilos, dado que es imposible adelantar con tanta gente, y al final, la carrera nos pone a cada uno en nuestro sitio.Las pendientes iniciales eran muy suaves y todo el mundo, conscientes de lo que podía venir después, iba muy tranquilo. Todo iba bien, muy rápidos, hasta llegar a Arriate (km 22).Arriate es el primer pueblo por el que se pasaba, con unas calles en bajada y muy reviradas que la alta velocidad hacían peligrosas. Se vieron frenazos apurados en alguna curva. La gente animaba en todas las calles, y había un olor a guisos de carne que tentaban a parar...Saliendo de Arriate, empezaba la primera subida seria, pasando en 5 kms de 575 mts a 892 mts, una pendiente media del 6'5% y con rampas del 15%. Al terminarla, en el km 26 estaba el primer avituallamiento, en el que nos detuvimos unos 7 minutos. A continuación, venía una bajada peligrosa con mucha piedra suelta, pero muy rápida. A mitad de bajada nos encontramos con un accidentado que ya estaba siendo socorrido por otros participantes. Estaba boca abajo, inconsciente y con sangre en uno de los brazos. Ya habían avisado, y la ambulancia venía de camino.Seguimos adelante con el mal trago de ver alguien así, nos cruzamos con la ambulancia que subía en sentido contrario.Después de varios kilómetros de bajadas, llegamos al pueblo de Alcalá del Valle, en el cual había un control y un puesto de avituallamiento de gel. Tras pasarlo, llegó un repecho de menos de 200 metros, pero que debía tener una pendiente del 20%. Primera vez que echamos el pie a tierra (y no sería la última).A partir de ahí, una sucesión de toboganes en progresivo descenso hasta llegar al bonito pueblo de Setenil de las Bodegas, en el que pasamos bajo la piedra y subimos hasta el polideportivo, donde estaba el avituallamiento de comida fría.Allí nos detuvimos a comer algo, y nos hicimos fotos con una cabrita que los legionarios tenían atada junto a los camiones de transporte.Después de descansar durante 15 minutos, salimos de nuevo. A partir de entonces estaríamos en subida constante durante 17 kms, hasta llegar al punto más alto de la prueba, 906 metros.Desde ese pico, comenzamos a descender, hasta llegar al cuartel de la Legión (km 76), en donde se podía disfrutar de comida caliente. Allí estuvimos una media hora, en la que estuvimos en el comedor, y descansando un poco antes de la subida a la ermita. En la comida nos dieron un caldo de puchero, que era capaz de reanimar a un muerto... Qué rico estaba!!!Descendimos un poco hasta las vías, y tras cruzarlas comenzamos la subida a la ermita. Esta fue para mí, la peor parte en 2009, y este año me fue algo mejor. Conseguimos subir la mitad sobre la bici, pero en cuanto se empinó aquello por encima del 16%, tuvimos que echar el pie a tierra. En cuanto se suavizó la subida, volvimos sobre las burras, y terminamos la ascensión.A continuación venía la bajada por la calzada de piedras, con tramos del -23% y curvas cerradísimas que hacían muy peligrosa la bajada. Por aquel entonces mi primo ya tenía el freno trasero en mal estado, con pérdida de líquido hidráulico. Bajamos sobre las bicis (en 2009, con los V-brake no me quise arriesgar), y llegamos a Montejaque.Desde Montejaque hasta Benaoján bajamos a toda velocidad por carretera, hasta la estación, en la que nos desviaron para tomar caminos paralelos al río. Sin embargo, el recorrido cambió con respecto a 2009, y al poco de ir por la ribera del río, nos desviaron hacia la derecha. Ni por asomo podía imaginar lo que venía a continuación.Una sucesión de fuertes subidas con cortas bajadas intermedias, con caminos estrechísimos y en mal estado (piedra suelta, barro,...), que hacía que la bici patinase al subir y hubiese que echar el pie a tierra en más de una ocasión.Los comentarios de todos los veteranos es que era más duro que en 2009. Y no les faltaba razón. Hicimos como pudimos estos tramos, sobre todo con el problema del freno de mi primo, y llegamos a la base del tajo.Desde que salimos del cuartel (16:24) hasta que llegamos a la base del tajo (18:31) habían pasado 2 horas.Encaramos la cuesta del cachondeo, pero sólo pudimos subir el primer tramo. A partir de entonces, y hasta llegar a las primeras casas, lo hicimos empujando (incluso adelantamos empujando a gente subida sobre la bici).El último tramo, ya dentro del casco urbano, fue para disfrutar. Con la alegría de terminar una prueba tan dura, al acercarme a la meta se me volvió a poner la piel de gallina, con toda la gente animando por la calle, y cruzamos la línea de meta. El "lejía" nos puso el último sello de control, y nos impusieron "el ladrillo".La verdad es que es una sensación increíble, y animo a todo el que pueda, que haga esta prueba, bien en MTB, bien en la modalidad de marcha.El cronometraje oficial pone que lo hicimos en 7 horas, 57 minutos. No está mal...El año que viene más... y mejor.